ENTRE OBSESIONES PRIVADAS Y NECESIDADES PÚBLICAS
POISED BETWEEN PRIVATE OBSESSIONS AND PUBLIC NEEDS
Texto para DOMUS, núm. 914, 05/2008
A propósito de la figura de Mansilla+Tuñón, ARQUITECTOS.


d i s t a n c i a
Sabe la crítica mejor que nadie que, para situar la obra en el lugar que le corresponde, nada más certero que observar la distancia que media entre el sujeto y el objeto, ignorando cuestiones semánticas ó estilísticas. La arquitectura no es una excepción. Quizá por ello resulte tan fácil enclavar la obra de M+T en el panorama internacional de este cambio de siglo.

En el proceso de distanciamiento que sufre el autor respecto de su trabajo, los pintores y los escultores contemporáneos se han servido –sobre todo– de la abstracción y de la multiplicación para superar el gesto. En arquitectura, algunos de lo procesos creativos mas interesantes han derivado hacia lo que podríamos llamar la corriente empírica. En ella, el proyecto tiene de ciencia su vocación de alejamiento en la toma de decisiones que requieren respuestas concretas y objetivas. El arquitecto quiere ser extraño a esas respuestas, un pincel alejado del cuerpo, un tercer brazo de longitud infinita. En este terreno las hipótesis son falsables y lo que importa es hacer buenas preguntas, entre todos. La recompensa es la universalización del problema; que la obra deje de ser individual. Y en esta equidistancia entre el individuo, la obra y el mundo está una de las claves de la arquitectura de M+T, un trípode cuyo centro de gravedad es el arquitecto-negociador, el que administra, –como ellos ‘stressan’ una y otra vez– las obsesiones privadas y las necesidades públicas.

f o r m a
Los mecanismos de producción de algunos escultores contemporáneos –los menos formalistas– se sirven del hecho estético no como fin sino como vehículo. Hablamos de la “escultura conceptual”, para entendernos. En este territorio, las ideas se moldean convirtiéndose en materia y como materia son reevaluadas par re-formular las ideas. M+T suelen decir: “la idea arquitectónica no tiene forma”. El objeto provisional se convierte en anclaje para los argumentos volátiles. Un objeto con ataduras físicas –las de la realidad– nos permite rebotar información que se nos devuelve modificada: es el feed-back. Esta materia informada por la realidad transitoria entonces se deconstruye, devolviéndonos al mundo de las ideas…y vuelta a empezar.

Podría decirse que la acción ha sustituido a la teoría, puesto que se piensa actuando y se actúa pensando. M+T tienen en común con otras disciplinas de producción este proceso experimental entendido como un continuum de transformación de la sustancia mas abstracta, líquida, en materia cristalizada susceptible de ser construida; una espiral con el centro siempre libre, desconocido, en torno al cual los temas se repiten y reaparecen, ¿ó acaso no escriben los mejores pintores su vida en series?

Conviene entender que el distanciamiento de la forma no implica la independencia del medio sino al contrario. La arquitectura está sujeta al principio de utilidad y atiende a sus aspectos técnicos y materiales, donde reside su mayor potencial. Pero no sólo la arquitectura. M+T nos hablarían en los mismos términos acerca de un texto donde las piezas son las palabras, con esa misma necesidad de exactitud. “Lo que de verdad importa es el trasiego entre las cosas y las ideas,” nos recuerdan. Porque sus cosas no siempre son arquitectura, como demuestra CIRCO, esa modesta publicación que editan desde hace años junto a Luis Rojo, que –silenciosamente– reúne notables escritos y pequeños tesoros en torno a la arquitectura.

a n t e n a s
No deja de sorprender la capacidad de M+T de estar-en-el-mundo, como si estuvieran dotados de unas afinadísimas y kilométricas antenas. Al exterior, les permiten captar corrientes que subyacen al presente. Saben que establecer relaciones múltiples con el medio da una mayor independencia con respecto a él. Al interior, sirven para detectar la oportunidad derivada del accidente, o el valor de una interferencia, ambas cosas inevitables en el transcurso de un proyecto. Es posible que sean responsables también de descartar a tiempo algunas fichas del tablero de juego; muchas veces el acierto está en lo ausente.

s i m u l t a n e i d a d
El tiempo es múltiple/las geografías son superposiciones de planos paralelos/los procedimientos de actuación son contingentes. Así lo entiende también la arquitectura de nuestro tiempo. M+T se empeñan en que las acciones obtengan productos múltiples. Que las cosas sirvan a más de un fin, confiesan. En su obra, mucho de lo construido pertenece a un mapa que se extiende más acá y más allá de la solución particular de un proyecto concreto. Las formalizaciones son certeras y provisionales porque la investigación es mas amplia y está en movimiento. Por ello no asistimos al diseño de objetos aislados sino a la formulación de sistemas. Esta es la clave para entender muchas de sus soluciones constructivas de fachada, su mobiliario público o la elección de paramentos interiores; la solución final trae consigo el bagaje anterior y la oportunidad futura. Pero –conceptualmente– todo ello es simultáneo.

t e m p o
En disciplinas donde el trabajo obtiene resultados inciertos, el dominio del tempo no se consigue sin comprender su relación con el tiempo metabólico. Hablamos del ánimo del tempo. M+T conocen bien los estadios psicológicos asociados a momentos concretos del proyecto, adelantándose a sus caprichosos movimientos. En sus clases de la Escuela de Madrid, en Lausanne o en Harvard, por nombrar algunas, los implacables tiempos del calendario tienen siempre el contrapunto en lo que podríamos llamar tutela de la motivación. Los tiempos de proyecto se comprimen y se expanden atendiendo a sus diversos momentos; se trata de incorporar conscientemente estas variaciones al proceso. Para M+T la anticipación es innata a una táctica propia.

n a t u r a l e z a
Si M+T colocan la regularidad y la repetición entre sus mayores obsesiones, es por su relación con lo que se ha llamado –en más de una ocasión a lo largo de la historia– nueva objetividad. Quizá tenga su origen en la naturaleza, en el modo en que lo azaroso es filtrado en larguísimos e implacables procesos de prueba y error para llegar a soluciones insospechadas. En el mundo natural el resultado se sintetiza como un conjunto de leyes que lo construyen físicamente. Son sistemas perfectamente definidos sin autor, que toman forma amén de ese azar y de esa necesidad. Y éste es precisamente uno de los objetivos de M+T: la búsqueda de unas leyes objetivas que definan el elemento que construya una totalidad. Que ese elemento sea único, es decir, que la parte sirva por igual a las particularidades del todo, hace que el propio elemento quede optimizado, objetivado, libre de lo superfluo.

Se trata de poder lanzar sobre el plano de la realidad –siempre rugoso– un mismo modo de actuar, y dejar que ésta –por reacción– matice aquí y allá. Los invariantes y la excepción, la excepción y los invariantes…todo es posible porque existe una norma subyacente que gobierna con precisión desde lo específico, una ley descubierta mas que inventada y que en M+T está íntimamente ligada a la geometría. Y entre los hilos de esa geometría cabe la diferencia, pero es todo a la vez, todo a un tiempo, una arquitectura de pocos planos. Quizá por ello tenga el resultado un aspecto natural, dado por supuesto.

Y quizá por ello no encontremos en sus obras la discontinuidad de la jerarquía plana sino la continuidad isótropa tridimensional de los propios hechos. Como en esa caja mágica de la calle Artistas de Madrid en cuyo interior hacen rebotar todos sus actores las ideas y las cosas de una representación sin guión que escriben –por colisión– todos a la vez.